LA VERDADERA RAZÓN DE LA TEMPORADA
Isaías 53:4-6:
Lo has visto. Yo también. La frase está en calcomanías de parachoques, aparece en tazas de café, a menudo se encuentra en tarjetas de felicitación, vallas publicitarias y carteles de iglesias. Se ha vuelto casi sinónimo de Cristo. ¿Qué es esa expresión?
Jesús es la razón de la temporada. En inglés suena mejor [THE REAL REASON FOR THE SEASON].
Pegadizo, ¿no? Seguro que tiene sentido en la superficie. De hecho, toda una industria minorista se ha construido prácticamente en torno a esta noción singular. Funciona bien como tema navideño. No me malinterpreten: estoy a favor de que el énfasis esté en Cristo y de mantener nuestras prioridades claras en la prensa y las prisas de la Navidad. Pero algo no se aprueba bíblicamente.
Este es el por qué. Considera las palabras de Pablo:
Aunque [Jesús] era Dios, no pensaba en la igualdad con Dios cómo algo a lo que aferrarse. En cambio, renunció a sus privilegios divinos; tomó la humilde posición de esclavo y nació como ser humano. Cuando apareció en forma humana, se humilló en obediencia a Dios y murió como un criminal en una cruz. Filipenses 2:6–8
Las palabras de Pablo se hacen eco de las de su antiguo predecesor:
Sin embargo, fueron nuestras debilidades las que cargó; eran nuestras penas las que lo abrumaban. ¡Y pensamos que sus problemas eran un castigo de Dios, un castigo por sus propios pecados! Pero fue traspasado por nuestra rebelión, aplastado por nuestros pecados. Lo golpearon para que pudiéramos estar completos. Fue azotado para que pudiéramos ser sanados. Todos nosotros, como ovejas, nos hemos extraviado. Hemos dejado el camino de Dios para seguir el nuestro. Sin embargo, el SEÑOR cargó sobre él los pecados de todos nosotros. Isaías 53:4–6
¿Estás empezando a entender el punto? Jesús nunca fue el motivo de la temporada. Tú fuiste la razón por la que vino. Yo fui la razón por la que se hizo carne. Somos el motivo de la temporada. Tenemos un Salvador. La Navidad no se trata de Él, se trata de nuestra necesidad de Él.
Guillermo Pacheco