UNA VEZ MÁS
Entonces Sansón oró al SEÑOR: “SEÑOR Soberano, acuérdate de mí otra vez. Oh Dios, por favor fortaléceme una vez más. De un golpe, déjame pagar a los filisteos por la pérdida de mis dos ojos… Jueces 16:28
Sansón recibió una fuerza sobrenatural para liberar al pueblo de Dios de sus enemigos y no pudo ser derrotado, pero bajó la guardia moral y terminó perdiendo su fuerza, quedó cegado y se convirtió en un esclavo. Fue su culpa, pero Dios nunca se rinde con nosotros. Un día, mientras Sansón estaba siendo ridiculizado por sus captores, él oró pidiendo fortaleza «solo una vez más», y Dios le dio a Sansón la fuerza para empujar los pilares centrales del templo, derrumbando el edificio y matando a más enemigos en su muerte que lo que él hizo durante su vida.
Es posible que hayas cometido errores, pero no es así como termina tu historia. No has visto tus mayores victorias. No has cantado tu mejor canción. No has escrito tu mejor libro. No has jugado tu mejor jugada. Si te deshaces de la culpa, Dios tendrá un “una vez más” en tu camino. Tiene algo más grande, más gratificante de lo que jamás hayas imaginado.
Una oración para hoy
Padre, gracias por el destino que me has llamado a cumplir. Gracias porque me has redimido y tus misericordias cubren mis errores y fracasos. Voy a seguir avanzando sabiendo que siempre tienes otro «una vez más» para mí. En el nombre de Jesús, amén.
Guillermo Pacheco