ENCIENDE ALGUNOS BUENOS FUEGOS
…La lengua es algo pequeño, pero qué enorme daño puede hacer. Una gran chispa puede incendiar un gran bosque. Y la lengua es una llama de fuego… Santiago 3:5–6
Necesitamos darnos cuenta de que Dios escucha lo que decimos todos los días. Nos escucha cuando bendecimos a las personas, cuando las felicitamos y las alentamos, y cuándo las empujamos hacia adelante. Él escucha cuando criticamos y suscitamos problemas. El profeta Isaías dijo que comeremos el fruto de nuestras palabras. Si siembras falta de respeto, sarcasmo, discordia y juicio, vas a cosechar esas cosas. Pero cuando siembras amabilidad, aliento y misericordia, eso es lo que vas a cosechar.
Santiago dijo que nuestra lengua es como un fuego, y una chispa puede incendiar todo un bosque. Una palabra puede comenzar un gran problema o una gran bendición. Puedes comenzar algunos buenos incendios. Encender sueños, encender esperanza, encender pasión. Tus palabras pueden poner a las personas de pie, dar nueva vida a sus sueños. No seas parte del problema, sé parte de la solución. Sé un levantador, sé un animador, sé un sanador.
Una oración para hoy
Padre, gracias por las personas que has puesto en mi vida. Quiero amarlos como a ti. Ayúdame a usar mis palabras para iniciar algunos buenos incendios. Creo que me estás convirtiendo en un levantador, un animador, un sanador. En el nombre de Jesús, amén.
Guillermo Pacheco