Así que diles de parte mía: Juro por mí mismo, que haré que se les cumplan sus deseos. Los cadáveres de todos ustedes quedarán tirados en este desierto. Ninguno de los censados mayores de veinte años, que murmuraron contra mí, tomará posesión de la tierra que les prometí. Sólo entrarán en ella Caleb hijo de Jefone y Josué hijo de Nun… Números 14:28–30
Aunque Israel actuó según la palabra de Dios, llenó la atmósfera con su miedo y derrota en vez de llenarla con fe y victoria. Lo que recibieron no estaba de acuerdo con las promesas de Dios sino con lo que ellos habían derramado en la atmósfera. Condujeron sus vidas a un puerto de miedo y fracaso, se anclaron allí y luego se sorprendieron porque las aguas estaban llenas de tiburones. Arrebataron el fracaso de la propia boca de la victoria. Tú, como esos israelitas, ¿estás obteniendo exactamente lo que siempre pediste?
Una oración para hoy
Padre, me levanto hoy en tu fortaleza, determinado a usar los dones que me has dado para que sean de bendición para mi familia, comunidad y nación. Declaro que soy más que vencedor. Siempre seré primero y no último, estaré arriba y no abajo. Guárdame hoy del orgullo y la falsa humildad, y permite que mi hablar solo cree un camino hacia la victoria. En el nombre de Jesús, amén.
Guillermo Pacheco